Hitomi pide consejo al presidente Sho para mejorar su habilidad con la cámara. Los dos hacen una promesa para hacer una sesión de fotos juntos en cuanto puedan. El día llega y, cámaras en mano, los dos caminan hasta el lugar elegido. Tras un día entero juntos, justo cuando van a despedirse, Sho llama a Hitomi