Luego de que Rosario fuera contratada junto con el grupo de mariachis por parte de un grupo de amigas, las mujeres comienzan a recoger las pertenencias del marido infiel con la intención de quemarlas. Al ver tal espectáculo, Francisco y Fernando se dan cuenta de que esto es muy peligroso y ayudan a las mujeres a prender el fuego. Mientras eso sucede, el marido de la mujer llega a su casa y encuentra todo el espectáculo, por lo cual culpa a los mariachis de los hechos y no duda en llamar a la policía. Finalmente, Francisco se va para la pensión y en medio de su borrachera, Rosario le lleva serenata.