En otro lugar del Santuario, Aioria se lleva el cadáver de Cassios, para darle sepultura. En el camino se encuentra con Shaina, quien al enterarse de la muerte de su discípulo, intenta partir a las doce casas, pero es detenida por un certero golpe de Aioria. Nuevamente Shaina reposa en su casa, mientras Aioria entierra a Cassios en una pendiente desde la cual es visible la casa de Shaina. Seiya y los demás llegan a la casa de Libra. Sabiendo que esta casa es custodiada por el viejo maestro de Shiryū, entran sin temor, pero se encuentran con la tumba de hielo de Hyōga. Seiya siente el ya casi imperceptible cosmos de Hyōga, por lo que intenta liberarlo, pero es imposible. Afortunadamente aparece la armadura de Libra, enviada por el viejo maestro para liberar a Hyōga de su prisión. Shiryū usa la Espada de oro y consigue liberar a Hyōga, pero aún está afectado por el aire frío de Camus. Shun decide quedarse para tratar de salvar a Hyōga.