El Patronato de la Infancia de Buenos Aires es un centro destinado a proteger a niños desvalidos. En 1939 se fundó allí la primera orquesta sinfónica del mundo compuesta exclusivamente por jóvenes ciegos. Durante décadas, once adolescentes se entregaron a la música en cuerpo y alma. Basilio, el último superviviente de aquella orquesta está a punto de retirarse. El film muestra cómo se hacen y se leen las partituras en Braille, cómo se ejecutan los instrumentos al tiempo que describe la historia que esconde cada una de las habitaciones del Patronato (donde hoy funciona el Museo Evita.