Karol Wojtyla fue probablemente el hombre más público de la historia. Ningún otro ha sido más fotografiado, retransmitido o filmado que él. Por sus audiencias de los miércoles desfilaron más de 18 millones de personas. Pero, ¿qué hay detrás de su imagen pública que ha escapado hasta hoy, por increíble que parezca, a los ojos del mundo?