Lillie (Judy Davis) es una mujer que ha pasado los últimos veinte años vagando, bebiendo y tratando, en vano, de recomponer su vida. Dieciséis años atrás dió a luz una niña, Ally (Claudia Karvan), pero incapaz de hacerse cargo de ella, la dejó al cuidado de su madre Bet (Jan Adele) y decidió marcharse lejos. Bet y Ally han vivido todo este tiempo como madre e hija, amándose como nunca Lillie fue amada por Bet. Ahora regresa a la ciudad, un deprimente lugar de la costa australiana...