Un laboratorio inglés en la actualidad utiliza un virus mortal creado durante la II Guerra Mundial. Durante una prueba, un científico queda contaminado por el virus, que lo transforma en un ser monstruoso, con costumbres sangrientas y hábitos antropofágicos. Para impedir que el contagio devaste la humanidad, toman cartas en el asunto las Fuerzas Armadas.